Menores marroquíes no acompañados en Madrid

Menores marroquíes no acompañados en Madrid

Eva Bastida, periodista.
Roberto Salamanca, psicólogo y educador.
(Este artículo es un extracto de una investigación del Master de Inmigración de la Universidad de Comillas. )

Los espectaculares pasos de frontera en los bajos de camiones y autobuses y la violencia callejera que algunos han protagonizado han puesto en guardia a las fuerzas de seguridad y la prensa. En este artículo intentamos explicar las razones que les inducen a venir y algunas de las causas de su marginalidad en la Comunidad de Madrid.

De las 3.800 personas que las fuerzas de seguridad del Estado interceptaron entrando ilegalmente en las costas andaluzas entre el 1 de enero y el 11 de mayo de 2001 sólo 102 eran menores de edad. De ellos 12 bebés. Este dato indica dos cosas. Primero, que los chicos marroquíes que toman la decisión de entrar en territorio español no lo hacen en pateras y segundo, que el número de menores no acompañados que residen ilegalmente en España es en realidad inferior a las cifras que están circulando.
El pasado curso las instituciones madrileñas que trabajan con menores utilizaban el número de 400 como cifra aproximada de chicos marroquíes que habían llegado solos a esta comunidad. Este número apareció por primera vez en las reuniones con responsables del Instituto del Menor y la Familia (IMMF). El diario ABC lo publicó mencionando esta fuente en el mes de febrero en un artículo sobre estos jóvenes. Según datos estimados por ATIME (Sindicato de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes) esta cifra se reduce a la mitad.
El estudio publicado por la ONG marroquí Darma en febrero de 2001 1 desmitifica también estas cifras. Según sus datos 400 chicos viven solos en las calles de Tánger y Ceuta. Si este es el número de los que están allí previsiblemente el número de los que vivan en Madrid será inferior. Los menores no recurren a redes mafiosas para entrar. “Improvisan. Si ven un camión se cuelan y ya está”2 . El estudio proporciona al mismo tiempo datos para medir la gravedad del problema. Especialmente la constatación de que uno de cada cuatro de estos chicos ha intentado entrar al menos una vez en la península.
El artículo publicado por el diario El Mundo sobre el estudio de Darma demuestra las incongruencias en las que se está cayendo cuando se intenta informar sobre este tema. Junto a los datos de Darma se incluyen también otros sin mencionar la fuente. “300 niños viven solos en Ceuta y en Melilla” ¿Cómo se explica esta diferencia? ¿Significa que de entre los 400 que Darma apunta viven en Tánger y Ceuta, 200 viven en Ceuta y otros 100 ajenos a estos viven en Melilla?
Además de cuántos son, hay muchas otras cuestiones que se desconocen sobre estos chicos. ¿Cómo son? ¿Por qué viene? ¿Qué encuentran cuando llegan?

¿Cómo son estos menores?

Manel Capdevila, jefe de sección de Urgencias de la Dirección General de Atención a la Infancia del Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya3 , los divide en dos categorías: Menores con un proyecto de inmigración definido, con edades entre los 15 y 18 años, y Niños de la calle, cuya edad, en algunos casos se reduce hasta los 9 años.
Los primeros tienen los mismos objetivos que los adultos que emigran a España. Han salido de Marruecos para conseguir mejores condiciones de vida para ellos y su familia. Tienen el objetivo de trabajar, pero no pueden hacerlo. Algunos son menores de 16 y su permiso de residencia (ligado a su tutela) no tiene permiso de trabajo. El 40% de los menores que Capdevilla entrevistó para su trabajo eran analfabetos. Del resto una proporción muy pequeña ha estado escolarizada siempre y abandonaron el colegio para venir a España. La mayoría acudió a la escuela coránica una media de cuatro años.
Mantienen relación con su familia. Manel Capdevilla llega en su estudio a la conclusión de que “las familias han favorecido la migración como medio de mejora global”. Sin embargo la percepción de las personas que hemos realizado este artículo es otra. La mitad de los chicos entrevistados declararon que sus padres no sabían que ellos estaban intentando salir de Marruecos. Desde la dirección de los pisos de menores de ATIME también se cuestiona que la inmigración de los menores sea una decisión familiar.
Respecto a los Niños de la calle, según los datos publicados con la ONG Darma4 , cerca de 400 chavales pululan solos por las calles de Ceuta y Tánger. En una encuesta realizada a 365 de ellos se deduce que: el 85% son casi analfabetos, el 51’3% reconoce que se droga, en su mayoría inhalando pegamento que compran a cuatro dirhams (72 pesetas) el bote. Llegan a consumir hasta cuatro o cinco botes al día. Un 66’2% se alimenta de lo que encuentran en la calle. Son niños desarraigados de su vida familiar a los que la crisis económica y social les ha empujado a la calle. Cuando llegan a España muchos continúan viviendo en la calle porque no se adaptan al estilo de vida de las residencias.
La mayoría proceden del antiguo protectorado español. Especialmente de Tánger. Después, por este orden, de Larache, Tetuán y Chauen. También hay un porcentaje alto de procedentes de Casablanca.

¿Por qué vienen?

  1. Básicamente el objetivo es el mismo que sus compatriotas mayores de edad. Mejorar su nivel de vida y ayudar a la familia que deja en su país.
  2. La inmigración es para los menores un proceso de iniciación a la vida adulta, de emancipación. También les mueve el deseo de aventura, de enriquecerse.
  3. Otros huyen de una realidad familiar muy dura (malos tratos, abandonos, explotación infantil) o de un seno familiar con una educación muy rígida. Las relaciones padres-hijos suelen ser difíciles. El diálogo es muy reducido.
  4. El conflicto cultural al que se enfrentan debido a la contradicción entre la sociedad en la que viven y la influencia europea. Tienen la idea que les llega a través de la televisión, Europa es un paraíso a conquistar, donde conseguir dinero es fácil (unos de los menores contó que antes de venir pensaba que aquí se encontraba dinero en la basura). Sería objeto de otro estudio deducir las razones por las que los inmigrantes que residen en Europa cuando regresan a Marruecos hacen un enorme esfuerzo económico por comprar regalos y ropa con los que disimular su verdadero estado económico. Por qué exageran y magnifican sus condiciones de vida.
  5. Actitud mimética. Algunos no tienen una motivación clara e incluso abandonan familias estructuradas y con buena situación económica.

Factores políticos, económicos y sociales que les empujan a venir

- Pobreza estructural. El nivel de paro en Marruecos es el más alto de los países del Magreb. El norte del país, el antiguo protectorado español, arrastra los efectos de la división norte y sur de la época colonial y que el gobierno de Hassan II mantuvo hasta sus últimas consecuencias. Durante su reinado el gobierno central no existió en la zona. Este fue uno de los factores causantes de la pobreza, el desempleo, el contrabando y la producción y tráfico de drogas. La pobreza histórica del norte de Marruecos se agravó a partir de las medidas en contra del tráfico de drogas que se tomaron en el año 1983. Este año Marruecos comenzó a seguir las condiciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Entre otras acabar con el tráfico de drogas, sin tener en cuenta que, debido a la falta de otros recursos, pueblos enteros vivían de la producción de hachís. Curiosamente los chavales marroquíes tutelados en la actualidad por la Comunidad de Madrid nacieron a partir 1983.

- Hijos del éxodo rural. Se ha producido una emigración hacia las ciudades que no ha podido asumirse. Esto ha provocado una situación explosiva de deterioro del nivel de vida. Muchos han ido a parar a Tánger, una ciudad peligrosa con gran inseguridad ciudadana y donde la pobreza y la droga incita a la delincuencia.

- Alta densidad de población joven. En el censo de 1991 el 39% de la población marroquí tenía menos de 15 años. Este es a la vez su gran potencial y su principal problema porque no pueden dar respuesta a sus necesidades: escolarización y salidas laborales.

- Escolarización. El 40% de los niños entre 5 y 15 años no están escolarizados. No hay ninguna intención por parte del Gobierno de atender a la educación de los ciudadanos.

- Crisis de los valores familiares. La familia es el núcleo del tejido social marroquí y la primera que se resquebraja ante una crisis social y económica5 . Las familias se enfrentan a un conflicto cultural motivado por la interferencia de dos sistemas contradictorios. Conviven frente a costumbres cada vez más occidentales otras tradicionales como el matrimonio de conveniencia. Cada vez hay más familias monoparentales con multitud de figuras ausentes debido al abandono y a la inmigración frente a la convivencia de familia extensa que era habitual. La vida familiar se regula en Marruecos por la Mudawwana o código de estatuto familiar6 . Regula todo lo concerniente al matrimonio, divorcio y los hijos. Otorga distintos derechos y deberes a los hombres y mujeres. En lo que a menores concierne la Mudawwana define que en caso de divorcio los hijos pertenecen a la familia del marido, pero la guardia y custodia es de la mujer si esta no se casa nuevamente. El plan de cambio de la Mudawwana de la Unión de Acción Femenina recoge medidas que evitarían la pobreza infantil: “uniformizar la edad de custodia de los hijos a 15 años, independientemente de su sexo; conservar el derecho a la custodia de la madre aun en caso de volverse a casar; incluir el domicilio conyugal en el concepto de pensión en el caso de que la madre tenga la custodia de los hijos; acordar a la mujer divorciada la mitad de los bienes adquiridos en común durante la duración del matrimonio. Una tercera parte de los matrimonios en Marruecos acaba en divorcio, según indica el trabajo de Manel Capdevila.

- Concepto de mayoría de edad. Incluso en las familias estables, debido a la precaria situación familiar los hijos son vividos más como una carga que como una satisfacción. La lucha por la prole tiene un límite, cuando el hijo se hace mayor. Las circunstancias familiares variarán la edad a la que los menores comienzan a ser autónomos.

- El sueño europeo. Fomentado desde el propio estado marroquí que lo utiliza como válvula de escape de los conflictos sociales.

- Sistema político. La corrupción es el sistema imperante por el que funciona la vida marroquí. Marruecos se rige por una constitución y tiene órganos de gobierno supuestamente democráticos. Desde la llegada de Mohamed VI al trono parece que hay mayor apertura política, mayor libertad de expresión (aunque tres de los semanarios de información más críticos, Le Journal, Assahifa y Demain, han sido cerrados en el último año) y más respeto por los derechos humanos. Aún así, continúan prohibidas las manifestaciones sindicales. El Parlamento es sólo un organismo decorativo y prosiguen los abusos policiales. La pretendida estabilidad está basada en la represión y el miedo, no en el equilibrio social y económico.

¿Cómo llegan? Funcionamiento de las redes sociales.

- Mantienen la espera en la zona portuaria de Tánger.

- Se enganchan en los ejes de los autobuses de pasajeros o en el interior de los camiones de transporte. Se cuelan en los ferrys.

- En ocasiones entran y salen con facilidad.

- Manejan información precisa sobre como eludir la repatriación, saben que no tienen que dar su verdadera identidad para que no localicen a sus familias. Saben los nombres de las residencias de menores.

- Funcionan en redes sociales. Vienen a buscar a sus amigos, hermanos y primos. Son estos los que les han informado de cómo funcionan las cosas.

¿Qué pasa cuando llegan? La actuación de la Administración

Cuando consiguen llegar a Madrid (comprando un ticket de autobús en Algeciras, después de trabajar unos meses ilegalmente en explotaciones agrícolas del sur, con la ayuda de, según dicen ellos, “amigos” o “gente buena” y anónima, tanto de nacionalidad marroquí como española) se encuentran con su red de contactos o, hasta aprender cuáles son las vías para llegar a ser acogidos en una institución, pasan varios días en la calle solos durmiendo al raso. Se buscan la vida por medio de otros compatriotas que les señalan el camino, algunos se acercan a la mezquita de la M-30 a la espera de encontrar a quién les indique una vía de ayuda.
Cuando son localizados por la policía ocultan su identidad. Aunque se les hace la prueba de la muñeca (una radiografía) para comprobar su edad en muchas ocasiones los resultados no son certeros principalmente porque algunos tienen síntomas de desnutrición infantil lo que les proporciona un aspecto de menor edad, debido a su poca estatura y peso. También durante esta investigación hemos conocido un método que consigue disimular la verdadera edad en esta prueba.
Tras la prueba comienzan las gestiones para localizar a sus familias y, mientras tanto, la Comunidad de Madrid ejerce su tutela (LO 8/2000. Art. 35). La Ley de Extranjería determina también que tras verificar la imposibilidad de repatriación los menores serán documentados con un permiso de residencia, con efectos reatroactivos al momento de tutela. El artículo 1.4 que recoge la documentación de los menores no aclara la obligación de los servicios de tutela respecto a la documentación de los menores extranjeros (pasaporte y/o permiso de residencia).
Según los datos proporcionados por varias asociaciones que trabajan con estos menores en la capital, la Comunidad de Madrid está obstaculizando la gestión de sus documentos y se están produciendo grandes problemas de coordinación y organización. En el proceso de regularización del pasado verano la Comunidad no gestionó los permisos de residencia de los menores tutelados ni permitió a las entidades de guarda ni a ninguna otra entidad de referencia del menor que solicitara su documentación ante la Delegación de Gobierno. Estas asociaciones sí que entregaron su documentación sin mencionar en las solicitudes su participación.
El IMMF está ahora resolviendo esas regularizaciones con un criterio no indicado en el Reglamento de la ley publicado el pasado verano. Los menores serán regularizados nueve meses después de la obtención de su pasaporte.
Las consecuencias de esta política son

- Hay menores que a pesar de estar tutelados desde 1999 no tienen permiso de residencia.

- Muchos, ante el temor de ser repatriados, se han fugado de sus residencias y han desaparecido de los centros de formación.

- Es imposible la inserción laboral de los menores sin documentación. Su falta impide las contrataciones. Por su situación de desamparo y riesgo social son uno de los colectivos con mayor necesidad de entrar en el mercado de trabajo.

- El retraso de la entrega de los permisos de residencia y trabajo provoca que los chicos no puedan valerse por si mismos al cumplir 18 años, la edad en la que deben abandonar las residencias tuteladas. Esto les aboca a la calle como domicilio. al “trapicheo” como medio de vida y a la prostitución.

- Además, no hay ningún texto legal que establezca el procedimiento para estudiar la reagrupación familiar de los menores, ni la repatriación en un plazo determinado. Las dos reagrupaciones familiares de menores marroquíes que se han publicado en la prensa desde la entrada en vigor de la ley se han realizado con graves irregularidades y los chicos han quedado completamente desprotegidos en las calles de Tánger (con lo que su reacción lógica es intentar de nuevo entrar en España). Esto se ha producido porque no hay regulada ningún mecanismo de control que compruebe el entorno familiar del menor ni que asegure su seguridad física en caso de repatriación.

¿Qué provoca esto?

Un enorme estado de frustración. No pueden trabajar y por lo tanto no pueden tener autonomía que es lo que buscan. La vivienda (en residencias y pisos de acogida) coarta su autonomía personal. La educación choca con su mentalidad y con su interés por trabajar especialmente porque los recursos ofrecidos no se ajustan a sus necesidades. Según el trabajo de Manel Capdevila, un 50% de los menores se han escapado alguna vez de los centros. Tampoco se ha tenido en cuenta la importancia de la calle y lo que esta aporta a los menores (familia substituta, solidaridad entre compañeros, economía informal, acceso a bienes de consumo, libertad). Dado que no tienen familiares, ni referentes adultos sus principales referentes en España son sus amigos.
No pueden trabajar legalmente por ser menores de 16 años pero sí ilegalmente. Esto provoca que muchos se marchen a zonas rurales donde hay menos control que en las capitales o que se dediquen, repetimos, a ser “camellos” y prostituirse.

BIBLIOGRAFÍA

- Menores inmigrantes marroquíes no acompañados en Andalucía: el caso de Sevilla. De 1996 al 2000. Mercedes Jiménez Álvarez. Antropóloga. Waslala (Colectivo de animación sociocultural).

- Declaración de Abdeladim El Ghouaouta, presidente de Darma. Datos tomados del artículo publicado en el diario El Mundo, 10 de mayo 2001.

- Los menores extranjeros indocumentados no acompañados (M.E.I.N.A.) exigencia de nuevas respuestas. Manel Capdevila, jefe de sección de Urgencias de la Dirección General de Atención a la Infancia del Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya. Junio, 2000.

- Encuesta-acción: el fenómeno de los niños de la calle en Tánger. Centro cultura de Iniciativas Ciudadanas. Darma. Febrero 2001.

- La familia marroquí en la inmigración. Conferencia pronunciada por Amina Bargach en Sevilla el 20 de junio de 1998. Recogida en Menores marroquíes no acompañados en Andalucía: el caso de Sevilla de 1996 a 2000. Mercedes Giménez Álvarez. Antropóloga. Waslaba. Colectivo de Animación Sociocultural.

- Adolescentes extranjeros en la Comunidad de Madrid: la perspectiva del sistema de protección de la infancia. Encarnación Aracil Rodríguez y José Jariego Fente.

- El papel de la mujer marroquí a debate: El plan de acción para la integración de la Mujer al desarrollo. Ana López Lindström, Taller de Estudios Internacionales Universidad Autónoma de Madrid. Revista Mugak, abril-junio 2000.

- Apuntes sobre las cifras de menores extranjeros residentes en España. María Isabel Carvajal Gómez y José Luis García Sánchez.

- Joven y marroquí. Una situación singular. Estudio de Andreu Domingo, Inés Brancós,yJordi Bayona. Universidad Autónoma de Barcelona, 1999.

- La población extranjera menor de edad en España. Una aproximación descriptiva. Colectivo Ioé (Walter Actis, Carlos Pereda y Miguel Ángel de Prada).

- Menores inmigrantes marroquíes no acompañados: los nuevos usuarios del sistema de protección. Jesús López Menéndez y Zarahy Trejo Pérez.

- Niño de la calle, identidad, sociabilidad y droga. Editorial Los libros de la frontera. Ricardo Lucchini, 1999 Barcelona.

  1. Encuesta-acción: el fenómeno de los niños de la calle en Tánger. Centro cultura de Iniciativas Ciudadanas. Darma. Febrero 2001.
  2. Declaración de Abdeladim El Ghouaouta, presidente de Darma. Datos tomados del artículo publicado en el diario El Mundo, 10 de mayo 2001.
  3. Los menores extranjeros indocumentados no acompañados (M.E.I.N.A.) exigencia de nuevas respuestas. Manel Capdevila, jefe de sección de Urgencias de la Dirección General de Atención a la Infancia del Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya. Junio, 2000.
  4. Encuesta-acción: el fenómeno de los niños de la calle en Tánger. Centro cultura de Iniciativas Ciudadanas. Darma. Febrero 2001.
  5. La familia marroquí en la inmigración. Conferencia pronunciada por Amina Bargach en Sevilla el 20 de junio de 1998. Recogida en Menores marroquíes no acompañados en Andalucía: el caso de Sevilla de 1996 a 2000. Mercesdes Giménez Álvarez. Antropóloga. Waslaba. Colectivo de Animación Sociocultural.
  6. El papel de la mujer marroquí a debate: El plan de acción para la integración de la Mujer al desarrollo. Ana López Lindström, Taller de Estudios Internacionales Universidad Autónoma de Madrid. Revista Mugak, abril-junio 2000.

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