Realidad y discursos. Mujeres inmigrantes y servicio doméstico en la ciudad de Granada

TITULO: “MUJERES INMIGRANTES Y SERVICIO DOMÉSTICO EN LA CIUDAD DE GRANADA: UN ANÁLISIS DE REALIDAD Y SUS DISCURSOS”.

AUTORAS: Alcázar Campos, Ana y Huete Gallardo, Margarita. Antropólogas. Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada.

Con este artículo pretendemos exponer un proceso de investigación recientemente iniciado en la ciudad de Granada sobre la inserción de las mujeres inmigrantes en el servicio doméstico. Este Proyecto se desarrolla en el contexto del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada y está dirigido por la profesora de Antropología Carmen Gregorio Gil.
Nos gustaría destacar que, a pesar de la temática eminentemente laboral de esta investigación, nuestros objetivos analíticos se refieren más a los discursos que estas mujeres formulan acerca de su realidad que a las condiciones objetivas en las que se encuentran. Una vez planteada esta premisa, pasamos a exponer el contenido de este artículo: en primer lugar vamos a hacer referencia a los antecedentes y motivaciones que enmarcan la investigación, el marco teórico y conceptual, los objetivos que pretendemos alcanzar, los sujetos de estudio y la metodología que estamos empleando en el desarrollo de la misma, para terminar con algunos avances de resultados.
En primer lugar decir que esta investigación surge a partir de una experiencia anterior de colaboración con la Asociación para la Igualdad y la Solidaridad1 en el desarrollo de un programa de intercambio cultural entre mujeres inmigrantes extracomunitarias y mujeres granadinas emigrantes retornadas, durante el año 2001. Mediante reuniones grupales pudimos conocer de primera mano la vivencia del proceso migratorio por parte de estas mujeres, se trataba de poner en común hechos, sentimientos, pensamientos, relacionados con esta experiencia. Durante el tiempo que colaboramos con el grupo nos llama la atención cómo, de forma recurrente, se hace referencia al tema laboral como una pieza principal para garantizar la integración en la sociedad de acogida.
Las mujeres inmigrantes nos cuentan que prácticamente no pueden acceder a otro nicho laboral distinto del servicio doméstico2 en sus distintas modalidades (externa, interna y por horas), con independencia de su formación, experiencia laboral previa e inquietudes personales. Este hecho junto con las particularidades del contexto en el que se desarrolla este trabajo, el domicilio, nos lleva a iniciar esta investigación tratando, por un lado de visibilizar a este colectivo, en tanto que mujeres con proyectos migratorios propios y con capacidad para desempeñar un trabajo que socialmente no es reconocido como tal, y por otro, estudiar las desigualdades de género, que se siguen reproduciendo en nuestra sociedad.
En nuestro estudio hemos incluido no sólo a las mujeres inmigrantes insertas en el servicio doméstico, con las que teníamos un contacto previo, sino a los y las empleadores/as y a distintas entidades que llevan a cabo tareas de intermediación en el acceso al mercado laboral. Esto es así porque creemos que nos da una panorámica más amplia de la realidad y de las interacciones que se producen entre los distintos actores sociales.
En relación con las mujeres inmigrantes decir que hemos mantenido diferentes encuentros con ellas con el objetivo de captar los significados que subyacen en las prácticas y discursos de estas mujeres referidos al trabajo de servicio doméstico. Ello nos permitiría mostrar la heterogeneidad en las representaciones de las trabajadoras en función de sus condiciones de existencia particulares así como de ideologías subyacentes de género, clase social o raza o etnicidad.
Por otro lado, al aproximarnos a las diferentes entidades que gestionan bolsas de empleo de servicio doméstico en la ciudad de Granada nos encontramos con la propuesta de diferentes asociaciones3 de organizar un encuentro entre las entidades implicadas en la atención a los y las trabajadoras de servicio doméstico con el objetivo de unificar criterios en la gestión de la oferta y la demanda a través de acuerdos respecto al salario, así como el fomento de actividades dirigidas a sensibilizar a la población granadina sobre la dignidad de este trabajo. En torno a la gestión de la oferta y la demanda de empleos de hogar existe todo un entramado institucional que está participando en la “producción” y transformación de este trabajo, circulando una serie de ideologías y representaciones acerca del trabajo doméstico y de los y las trabajadoras que lo realizan, que nos parecía interesante tener en cuenta en el análisis.
Un tercer y último grupo de actores dentro de nuestro trabajo lo constituyen las personas que forman parte de los hogares en los que trabajan las empleadas, sobre todo las que determinan condiciones, tareas, horarios. Este grupo es igualmente heterogéneo, condicionado también por variables tales como clase social, experiencias anteriores en el empleo de personal doméstico, trayectoria sociolaboral propia, ideologías de género, de raza o etnicidad. Nuestro acercamiento a este grupo, dada nuestra mayor lejanía de una red de contactos que nos permita el acceso a él, está siendo más complicada. Destacar que la realización de las entrevistas a los y las empleadoras en sus propios hogares nos está permitiendo observar las relaciones que se establecen entre los diferentes miembros, obviamente circunscritas a ese momento de la entrevista.
La metodología de la que partimos es la investigación – acción. En concreto, estamos utilizando una metodología participativa, donde los datos se están obteniendo en el propio contexto y usando tanto técnicas cuantitativas como cualitativas. Las primeras nos servirán para realizar una caracterización sociodemográfica de la población estudiada, lo que nos ayudará a establecer los distintos perfiles. Las segundas aportan aquella información relacionada con la forma de vida de estas mujeres, sus procesos, trayectorias vitales, las interacciones que se establecen, sentimientos, etc., para lo cual estamos realizando entrevistas en profundidad, observación participante, grupos de discusión, etc. Tomando especial relevancia la entrevista etnográfica (estamos manteniendo entrevistas semiestructuradas y grabadas con mujeres del grupo) y las técnicas grupales de debate sobre temáticas relevantes para la investigación, en el desarrollo de los talleres.
Antes de plantear algunas de las líneas de análisis que están surgiendo en el proceso de investigación, nos gustaría referirnos a planteamientos teóricos y políticos que lo enmarcan y contextualizan, éstos se relacionan tanto con los nichos laborales a los que acceden estas mujeres como con la consideración social del trabajo en el servicio doméstico.
En primer lugar, mencionar que la aplicación de una política de contingentes en el estado español condiciona la forma en que las mujeres se insertan en el mercado laboral. Siguiendo a Carmen Gregorio (2001, 181) podemos decir que la regulación de la inmigración mediante una política de cupos (los puestos de trabajo que no son demandados por españoles/as son los que pueden ocupar los/as extranjeros/as) determina el nicho laboral al cual accede esta población. En las mujeres inmigrantes se materializa en el sector servicios, dentro del cual el servicio doméstico ocupa un destacado lugar. Respecto del total de la población inmigrante, el servicio doméstico representa el 15% del total a 31 de diciembre de 2000 (datos de especial de El País).
En segundo lugar sería necesario hacer referencia a la regulación existente en España sobre el servicio doméstico, que se realiza por Real Decreto 1421/1985, denominando a esta actividad: Servicio del Hogar Familiar. Algunos de los aspectos que se recogen en este Decreto, diferenciadores de la regulación general son: la inexistencia de obligatoriedad de registrar por escrito el contrato; la no obligatoriedad de cotizar por parte de los y las empleadores/as en todos los casos, siendo fundamental este hecho para que permanezcan en situación regular en España; la flexibilidad para que empleador/a y empleado/a determinen las condiciones en que se prestará el servicio, etc.
Por último sería necesario referirnos a la propia conceptualización acerca de lo que es el trabajo doméstico asalariado. Éste implica introducir la variable económica en un sector que, hasta la actualidad, se circunscribía a la esfera de lo privado, donde predominaban relaciones de reciprocidad y de donación. De esta vinculación con la reproducción humana (aquellas tareas destinadas al mantenimiento, cuidado, atención y satisfacción de las necesidades de las personas en el espacio doméstico) se deriva una naturalización de estos trabajos, es decir, se cree que para realizarlos no es necesaria una cualificación sino que se da por supuesto que cualquier mujer por el hecho de serlo puede realizarlos, acompañada de una desvalorización de los mismos, al ser algo que no requiere especialización no es importante, según Gregorio (2002, 26).
En relación con el marco conceptual descrito hemos propuesto para el desarrollo de esta investigación un acercamiento etnográfico que nos permita observar las prácticas de los actores, y con ello las lógicas ocultas que las informan.

Algunos avances de investigación

En función de este marco analítico mostraremos algunas de las cuestiones que están surgiendo en el desarrollo de la investigación, relacionadas con las representaciones del trabajo de servicio doméstico y la consideración del mismo como trabajo o no.
Desde nuestra aproximación a esta realidad hemos constatado cómo al trabajo de servicio doméstico se hace referencia en términos de trabajo, pero también de ayuda incluso de labor social en función de diferentes situaciones y posiciones de los y las actoras. Así como que toma otros significados a partir de su concreción en las tareas y responsabilidades, de la forma mediante la que se define el “perfil profesional” y de las condiciones en sentido general propias de cualquier relación laboral.
En cuanto a las tareas y responsabilidades destacar que en las entrevistas con Ongs que gestionan la oferta y demanda de empleadas de hogar y con las empleadas hemos observado cierta expresión de sorpresa ante nuestra demanda de concreción de estas cuestiones tareas que se demandan, criterios de selección, perfil que se solicita en las bolsas de empleo, etc. Hecho que interpretamos en relación con esa falta de definición y concreción de las condiciones, derechos y responsabilidades que tiene este trabajo y que por otro lado no podemos analizarlo al margen del actual Decreto sobre Empleadas de Hogar.
De algunas entrevistas podemos inferir cómo la definición de tareas cobra una cierta arbitrariedad en tanto que no siempre quedan claramente especificadas, siendo el “ritmo de la vida” el que va marcando éstas. Esto viene reforzado por el espacio simbólico en el que tiene lugar este trabajo, “el de la reproducción de la vida o de las personas” y por tanto menos aprensible, estandarizable y cuantificable.
En relación a los requisitos que se demandan y valoran para seleccionar a las empleadas por parte de las entidades, lo que denominamos el “**perfil profesional**” hemos podido observar como sobre éste se incorporan una multiplicidad de características que desbordan las habilidades y capacidades requeridas para el desempeño de este trabajo, tales como marcadores étnicos (“que no sea muy oscura”).
Por último uno de los aspectos que consideramos fundamentales en la mayor o menor consideración de este empleo como trabajo son las condiciones laborales, en su sentido más estricto, tales como la definición del salario, del horario o los tiempos de presencia o ausencia y las negociaciones sobre este asunto. En ello podemos observar situaciones en las que una aparente equidad en realidad muestra una clara unilateralidad en la determinación de las condiciones, curiosamente, siempre a favor de la persona que emplea.

A modo de conclusión

Consideramos que es importante reseñar que el trabajo en el servicio doméstico cuestiona la propia concepción de “trabajo” en nuestras sociedades, de tal forma que el hecho de que sea una actividad que se circunscribe al entorno privado hace que las personas que en él están sean invisibilizadas. Es por esto que nuestra investigación pretende ser un canal mediante el cual se exprese la voz de estas mujeres, con alternativas de cambio que cuestionen su triple discriminación: como extranjeras, como mujeres y como empleadas de hogar. Creemos que la única forma de romper con esto es visibilizando a este colectivo, cuestionar la no consideración del servicio doméstico como trabajo, así como avanzar en la reivindicación de sus derechos como trabajadoras.

  1. Ver algunas reflexiones de esta experiencia en Alcázar (en prensa)
  2. De 1997 a 1999 se produce un incremento de casi el 30% en el número de permisos de trabajo concedidos para el servicio doméstico en la provincia de Granada (Fuente: Anuarios estadísticos de migraciones de 1998, 1999 y 2000. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales).
  3. Fuimos invitadas a participar de este encuentro por la Asociación de Ecuatorianos en Granada, de reciente creación y que está promoviendo la presencia de la comunidad ecuatoriana en aquellos foros en los que se debaten temas que les afectan, de un modo u otro. Destacar que su presidenta es una de las mujeres que está participando con nosotras en la investigación.

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