Publicada 14 de Enero de 2021 08:38
¡LA UE ES CÓMPLICE!
La Ruta de los Balcanes es ya una catástrofe humanitaria. Las zonas fronterizas de Bosnia y Croacia son el duro hogar de miles de personas. El deseo de muchas es salir rumbo al norte de Europa, pero desde hace años se topan con un muro policial.
La situación ya precaria de la población migrante se ha agravado aún más en los últimos meses debido al empeoramiento de las condiciones climáticas y a los continuos traslados de un campamento de refugiados a otro, en instalaciones que carecen de las condiciones mínimas para una supervivencia digna. Las estructuras y los campamentos, son inadecuados y superpoblados, se han transformado en lugares con condiciones extremas: sin servicios, en condiciones higiénicas muy deficientes, con graves riesgos para la salud psicológica de las personas migrantes, muchas de las cuales se ven obligadas a vivir al aire libre.
Además, el conflicto político interno que hay en Bosnia, agravado con la crisis económica que ha
generado la pandemia, ha creado un bloqueo constante en la frontera croata con las patrullas de la policía de fronteras que rechazan a las personas que tratan de llegar a ese país y luego seguir camino a la Unión Europea. Varias ONG han elaborado informes sobre devoluciones en caliente y violencia por parte de la policía croata.
Y este es el tercer año consecutivo en que los campamentos están abandonados a su suerte cerca de la frontera croata y hay por lo menos 3.000 personas que deambulan entre las ciudades de Bihac y Lipa. En la actualidad hay unas 900 personas que necesitan ayuda urgente, según informan las organizaciones que están en el terreno.
Una vez más la Unión Europea mira hacia otro lado y sigue apoyando el control de las fronteras, financiando las actividades de la policía y el ejército. Europa debería repensar su política de acogida en su conjunto, abordar seriamente la redistribución de las personas. La de ahora está claro que no funciona. Esta situación no sólo es cuestionada desde el punto de vista ideológico, sino también desde el punto de vista de los derechos humanos, porque ya se han documentado varios episodios de violencia y abuso de las personas migrantes cometidos en las fronteras.
El cierre de su frontera con Turquía por parte de Grecia y de la frontera con Siria por parte de Turquía, ambos países pertenecientes o conacuerdos con la Unión Europea, el comportamiento cruel e inhumano de sus respectivas fuerzas policiales y militares, la utilización de la situación de las personas refugiadas con fines políticos, el desarrollo de movimientos xenófobos en contra de las personas que migran, contra periodistas y contra las organizaciones humanitarias hace que pidamos a la sociedad civil europea y vasca no quedarse de brazos cruzados.
Exigimos a la UE que abra sus fronteras y mejore y resuelva las condiciones en las que se obliga a vivir a la gente que llega a Europa huyendo de la guerra o de la pobreza extrema. Que abra rutas legales y seguras para evitar que quienes huyen de los conflictos y persecuciones se tengan que jugar la vida para llegar aquí, que respete los derechos humanos en las fronteras y proteja a las personas.
GOT, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Denon Elkartea, SOS Arrazakeria, Bake Ekintza Antimilitarista, SMH, Hirritarron Harrera Sarea Donostia, Erletxe, Kolore Guztiak, Asociación MATIZ, Zaporeak, Irungo Harrera Sarea, Hotz Zarautz
